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Quiero decir en esta entrada, escrita por mí en el 19º aniversario del día en que me dejó (aunque os juro que no quería): Joaquín, te sigo queriendo. Sigo locamente enamorada de ti. Tus cientos de preciosas y poéticas cartas son mi vida, y como cada año en este día y en este momento, las tres y doce minutos de la tarde, yo te sigo haciendo un precioso camino de Rosas (este año cultivadas por mí), que es lo que tú te mereces. Siempre tuya. Loli

Aquí sigue una carta preciosa que me escribió Joaquín el 21 de marzo de 1957 y que podéis leer en la versión original de puño y letra de Joaquín o más abajo en la transcripción. Para los más perezosos (y gracias a los esfuerzos de Peter) podéis escucharla leida por mí.

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San Javier 21 Marzo 1957

Mi amor estoy contigo desde que ayer te dejé en la estación. ¿No me notas a tu lado? Yo te hice compañía mientras esperabas. Yo te ayudé a subir al tren. Yo te cuidé durante todo el viaje y te cogía de las manos para que no te hicieses daño al bajar del tren. Nunca he estado más cerca de ti. Es como si estuvieras dormida y yo velara junto a ti tu sueño cuidando que no te destaparas. Con qué amor he estado pensando en ti y qué cariño tan inmenso y delicado pongo siempre que pienso en ti. Pensar en ti es poco en comparación con lo que yo hago. Yo no solo pienso en ti, vivo en ti. Pongo el pensamiento y el deseo y el corazón y todo lo que es vivir. Tenerte junto a mí es la única felicidad posible y cuando no estamos juntos yo lo deseo tan ardientemente que es como si lo estuviéramos.

Mi vida te quiero mucho ¿lo sabías? ¿No notas a veces como algo repentino que sin saber cómo te ilumina completamente? Soy yo, es mi amor que incontenible, salta los 30 kms que nos separan y te da un beso de luz. Mi amor es creciente Loli. Cada vez me uno más a ti. Ya estoy tan junto a ti que no sé lo que es tuyo y lo que es mío. No sé si hago algo porque ese es tu deseo o en realidad soy yo quien durante años lo he estado deseando aun sin sospecharlo siquiera. Mi amor, cada día que pasa es un día más que nos hemos estado queriendo. ¿No es eso maravilloso? Ese es nuestro tesoro Loli, el amor. Lo tenemos ya y es lo más importante. Es verdad que aún falta tiempo y muchos sacrificios por hacer hasta que juntos para siempre vivamos en toda su plenitud este amor. Pero el amor, el mismo amor de entonces, el mismo del día de la boda, lo tenemos ya. Eso es lo importante Loli, créeme. Yo he visto, tu también, crecer este amor, y sé que no ha nacido de la nada, que nos ha costado trabajo (dulce y maravilloso trabajo, es verdad) llegar hasta él. Ningún dinero sería bastante para pagar este amor que yo ahora contemplo con toda seguridad y confianza. Somos ricos, Loli, inmensamente ricos de una riqueza sin igual, pues nuestro amor es nuestro tesoro y es un tesoro inapreciable. Dice el Evangelio “allí donde está tu tesoro, allí está tu corazón”. Loli mi corazón está en ti, pues tú eres mi tesoro.

¿Estás conforme conmigo en todo cuanto te digo? Entonces voy a pedirte un favor. Loli quiero que tú, igual que haré yo, aprecies y valores nuestro amor por encima de cualquier otra cosa. Que sea más nuestro amor que cualquier capricho o cualquier otra cosa que pueda haber. Tienes que prometérmelo y si los dos hacemos eso creo que nuestra felicidad es segura.

Loli te quiero mucho, infinitamente. Yo me acuerdo de las estrellas que había la otra noche cuando íbamos a la Estación. Yo a veces sueño despierto y naturalmente tú eres el centro de todas mi (sic) esperanzas. Yo sueño para los dos noches con tantas estrellas como esa. Los dos estamos sentados juntos y solos (te das cuenta, solo dos palabras: juntos y solos, y ¡cuanta felicidad dentro de ellas!) bajo un cielo como ese. Es igual dónde. O en una pasarela junto al mar o en las montañas sobre la hierba. Yo me tumbaré y trataré de contar las estrellas y en tanto silencio te diré: te quiero y tú te inclinarás sobre mí para ver el cielo en mis ojos. Yo ya sabré cuantas estrellas hay. Habrá sólo una. La que tú me des.

Loli ¿por qué me haces tan feliz? Yo estaba horriblemente vacío y tú me llenaste de cosas maravillosas. ¿Cómo quieres que no te quiera? Aún te quiero poco para lo que debería quererte. A pesar de que te quiero como más no puedo pero tú te mereces que el mundo entero se convirtiera en una hoguera de amor por ti. No te preocupes que lo incendiaré. Quiero que mi amor por ti sea tan inmenso y maravilloso que te vuelva loca y te obsesione de forma que no haya cosa que mires o toques que no te grite mi nombre, que no te llene de mi amor. Yo llegaré a quererte de esa forma. Ya te quiero, sí, pero mi único propósito en esta vida es llenarte de amor, y lo haré, estoy seguro. Un día me cogerás por los hombros y me mirarás sin pestañear a los ojos y dirás: Joaquín acabo de hacer un descubrimiento maravilloso. Estoy loca, completamente loca por ti.

Y yo te contestaré… Bueno, y entonces lo sabrás.

Mi Loli ayer me fui muy triste, tanto como tú te quedaste. Yo sé el sacrificio que fue para ti el dejarme marchar (y el mandármelo que si no no me hubiera ido) y sé que lo hiciste por mí, porque no me riñeran. Yo me di cuenta y te diré que es la vez que más maravillosamente me has dicho que me querías y sin necesidad de una sola palabra. Ya me contarás el domingo tu viaje pues, ahora para no entristecerme sólo me dices que te fue bien. Yo llegué a casa y comí a toda velocidad para a las 3 ½ en punto (mi pensamiento puesto en ti que empezabas el viaje) estudiar. No me dijeron nada. Mi madre estaba un poco seria pero nada más. Ni me preguntaron nada, ni nada me dijeron. A la hora de merendar mi madre me preguntó si te había visto y yo le dije que si y como explicándole la cosa añadí que de vez en cuando veníais las dos a por Petróleo a la Base.

Me preguntó que si tu hermana también y le dije que sí. Con esto cumplí mi palabra. La verdad es que me costó un poco de trabajo pues odio con todas mis fuerzas el mentir. Pero así estamos todos conformes y yo soy de los que cumplen su palabra.

Ya falta poco para el domingo. Iré como siempre en el tren de las 8 menos cuarto. Haz lo que quieras. Si prefieres vamos a misa a tu pueblo o si no bajamos a Cartagena. Tú, como yo, sabes que ventaja tiene cada cosa. Lo que sí te pido es que si vamos a Cartagena lo hagas todo antes de llegar yo y no me tengas que dejar ni un solo momento, pues a mí me da mucha pena y pienso cosas que no debía pensar, lo contrario.

He pensado que tu hermana debía escribir una carta al asistente por si dan el petróleo antes del domingo para que lo saque al tren.

Tu carta de hoy me ha llenado de alegría y me dices todo lo que yo quiero oírte. Eres maravillosa.

Si te acuerdas podrías comprar el carrete y nos hacíamos fotografías el domingo.

Dale recuerdos a Adela y a Josemari.

Para ti, mi amorcico, todo un montón de cariño y mimo y la mejor ternura y las caricias más maravillosas de tu dueño y único propietario.

Siempre tuyo

Joaquín

Por supuesto que cuando estas cartas fueron escritas (hay muchísimas de esta época, como de todas las épocas) la madre de Joaquín y yo todavía no nos conocíamos. Aún faltaba más de un mes para ese encuentro y como digo en mi libro “Joaquín y Loli. Un encuentro de cine” a partir de ese mismo día la vida de su madre y por supuesto la de Joaquín y la mía cambiaron, ya que ella me quiso mucho a mí y yo a ella, y las dos queríamos mucho a Joaquín. Prueba de ello son las cartas que publico en mi blog, en la entrada 64 (haz click aquí para verla), donde su madre me manda a mí las cartas que escribía a su hijo (mi novio) para que yo se las mandase a el.

Os preguntaréis qué quiere decir Joaquín cuando habla de mentir. Pues llevávamos dos domingos que no habíamos podido vernos porque su familia no le había dejado salir, así que en esta ocasión Joaquín dijo que iba a dar un paseo y que estaría estudiando de nuevo a las tres y media (cosa que hizo), y durante ese “paseo” nos vimos. A él le supo muy mal tener que hacer eso pero no podía seguir sin verme. En cualquier caso, y como había prometido, se puso a estudiar a las tres y media.

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3 Respuestas a “Por quien siguen doblando las campanas”
  1. Cristina de Prada dice:

    Mamá,
    Me parece precioso. La carta es realmente bonita y muy romántica, y me encanta poder oirte leerla. Es un lujo.
    Te quiero mucho. Os quiero mucho, a papá y a ti.
    Tu Cristina

  2. The rantings of a MAD HATTER wannabe… » Dad, I miss you terribly… Papá, te echamos de menos una enormidad… dice:

    […] And my mother’s homage to her beloved husband following this link. […]

  3. Ana Mirasol Vento dice:

    Loli, como sabes, me encanta como va cambiando tu blog.Las cartas de Joaquín son preciosas pero las tuyas no lo son menos. El blog estaba incompleto sin ellas.

    Resistirás

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