Archivo de abril 2010

El burofax que aquí podéis leer, tan lleno de “cariño”, lo recibimos mis hijos y yo a modo de “felicitación de navidad” el año 2006. A mi hija Cristina le dió un ataque de ansiedad al verlo y tuvimos que llevarla a urgencias y a todos los demás nos falto poco de ir por el mismo camino.

Dicen que hay que tener cuidado con lo que se dice y se escribe pues uno queda retratado. Este burofax “retrata” a gente que creíamos que era familia y que un buen día se levantaron y decidieron pegarnos una bofetada. Como si no bastara con que yo me hubiera quedado sin mi marido y mis hijos sin su padre… Y luego vino el pleito.

Entre las joyas contenidas en este burofax (que “mis abogados” me han dicho que puedo publicar, pues lo aportaron ellos al pleito), me escriben que no puedo firmar libros como LOLI DE PRADA, “Este no es tu apellido ni tienes derecho a su uso”. Pues bueno, deciros que no solo puedo firmar un libro con el nombre de pluma que me de la gana, sino que desde el día 6 de noviembre de 1959 en que me casé con Joaquín de Prada González yo pasé a ser Loli de Prada, y si no les gusta que se aguanten. Aquí podéis ver unas cartas de 1975 y 1976, que me mandó Joaquín cuando fue a Dublin y a Londres a hacer un curso de inglés con nuestro hijo. Como podéis ver Joaquín tenía claro cual era mi apellido y yo también:

Y esa estupidez de que “si mi hermano viviese jamás hubiese autorizado su publicación (…) si mi pobre hermano pudiese levantar la cabeza, la volvería a bajar, avergonzado por ello”. Bueno, no tengo palabras. Honestamente ¿creen que si Joaquín levantase la cabeza lo que le avergonzaría sería mi precioso libro? No. Lo que le llenaría de pena sería ver a sus hermanos ensañados contra su familia, contra Loli, Joaquín, José Manuel y Cristina de Prada, que era lo que más ha querido en su vida.

Podría escribir páginas y páginas en respuesta a ese burofax, pero sería malgastar mi aliento, por lo que solamente quiero hacer unos cortos comentarios:

-Si hubiera sabido que el tema de las fotos se iba a convertir en este gran drama (aunque en el fondo creo que es “la excusa” para atacar el libro), obviamente no las habría publicado (las que salen los hermanos). Los padres y abuelos de Joaquín, son los abuelos y bisabuelos de mis hijos y por ahí, he de decir, que no habría pasado por el tubo pues mis hijos me han autorizado a utilizar esas fotos de SU familia (que mis hijos son nietos y bisnietos, no los recogimos en una cuneta).

-Que la madre de Joaquín no quería salir en fotos ni conservar fotos es un tema muy debatible (ya que a Joaquín padre, Joaquín hijo y a mí nos regaló albumes y fotos), y dejaré que mi hija Cristina escriba sobre el tema en un comentario pues tiene una opinión muy clara al respecto.

-Parecería que NO SE HAN LEIDO EL LIBRO, pues hablan de alusiones a José Mª de Prada González que “no se ajustan a la realidad”, y honestamente no sé de que hablan, pues aparte de una anécdota puntual que se explica por la época represiva en que transcurrieron los hechos, no hago ninguna alusión que se pueda considerar dañina. Al contrario, le agradezco que le diera dinero a Joaquín para que me pudiera visitar.

-El libro es DE Y PARA Joaquín y la mención de su familia es totalmente incidental y podría haberles eliminado del libro sin que éste se hubiera visto afectado, pero siendo un libro biográfico tenía sentido que se les mencionara ymi aparecieran su fotos.

Os dejo a vosotros que juzguéis…

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La Ribera, el mar, el Costa Azul, que bonito todo cuando la vida es preciosa. Yo también te quiero Joaquín.

Ayer cuando te dejé en el tren me vine no muy deprisa como me dijiste. Estuve estudiando. A la hora de merendar te escribí y luego me fui a llevar la bicicleta a ponerle el portaequipo. Ha quedado bien y ya te puedo llevar en la bici sin que tengas que ir en la barra. Después estuve estudiando.

Hoy ha venido mi tía y una amiga. Fui a buscarlas al Costa. Ya están aquí y esta casa es un lío y yo con todo salgo perdiendo pues no tengo tranquilidad. Además esta mañana me ha dolido bastante la cabeza. Me tomé una aspirina pero a pesar de esto no se me ha terminado de quitar. Todo hace que no pueda estudiar como a mi me gustaría y me pongo triste y de mal humor. Además me acobardo mucho. Yo sé que no te gusta pero no lo puedo remediar y me entra miedo de todo y entonces te necesito como nunca junto a mí para que me riñas como aquella vez. Claro que ahora es mucho mejor pues nuestro amor está por encima de todo y me ayuda muchísimo en esos momentos. Si no fuera por ti, mi Loli, no valdría la pena vivir.

Tengo unas ganas inmensas de verte, mi Loli. Como nunca. Más que ningún otro Domingo. Estos dos días que faltan no va a ser vivir lo que haga. Este Domingo también tienes que dedicarlo a quererme. Lo necesito. Además muchísimo rato, sin hacer nada más que eso. Tienes que prometérmelo. Yo iré como todos los Domingos, me gustaría poder bajarnos enseguida, si fuera posible para llegar a misa de nueve y media. Así podríamos estar más rato juntos. Después comemos como si fuéramos a ir al cine, pero en vez de ir nos metemos en Denver o en el Casino y estamos todo ese rato juntos. ¿Lo haremos así?

¿Qué tal vas de tu catarro? Loli no te cuidas y por eso te pones mala. Tienes que cuidarte más ahora que estás sola. Después no lo necesitarás ya pues me tendrás a tu lado para cuidarte. Entonces solo yo me preocuparé y no te pondrás mala. Pero tu ahora cuidate ¿me lo prometes? Si el Domingo no quieres salir a la estación me lo avisas y yo voy a tu casa. Tú estás atenta a la puerta y cuando yo dé un golpe sales tú y nos vamos. De esa forma no coges frío.

Loli, te quiero con locura. Eres mi todo y cuando pienso en ti y en que eres mía y que cuento con tu cariño, no me importa ya nada y me siento feliz. Loli, yo te quiero y te adoro tanto que me es imposible decírtelo.

Acuérdate de decirle a Ángel lo de mi alojamiento los dos días de Semana Santa. De paso dale recuerdos a Maruja.

Mi amor ¿me quieres? Yo vivo solo la vida que tú me das y tu amor es para mí lo único que tengo. Lo llenas todo y si tu me dejaras el vacío me mataría.

Un millón de estrellas y un amor inmenso y las caricias mejores y una vida entera.

Siempre tuyo,

Joaquín

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Como todos sabéis, las cartas de Joaquín (y las mías) están repletas de amor y de cariño, aunque si uno se fija siempre se nota ese trasfondo de pena y angustia, causado por las circunstancias familiares.

San Javier 26 Septiembre 1958

Tengo aquí tu abanico que nos dejamos en el coche y el espejito que te dejaste aquí.

¿TE CUIDAS?

Queridísima y muy mía virgencita:

Te quiero locamente y ayer fui muy feliz. Eran dos cosas que me corría prisa decirte. Ninguna de las dos te cogerá de sorpresa pues tu sabes como mi amor aumenta a cada instante. Y que ayer fui feliz también lo sabes pues lo viste y te irás acostumbrando como yo a ser feliz únicamente cuando estás junto a mi. Pero ayer fue maravilloso. El final lo arregló todo y gracias a él el día fue muy maravilloso. Además tuvimos un éxito pues hoy me han hablado otra vez de lo bien que resultó todo. Yo estoy muy orgulloso de ti. Además a ratos mientras lo preparábamos me parecía que tu eras mi mujer, aquella nuestra casa y la fiesta una de esas que a ti te agrada dar ¿te pasó a ti igual? Me hiciste muy feliz y yo te agradezco que vinieras y que hicieras todo eso por mi. El resultado fue que me sacaste feliz. Pero lo mejor de todo fue el viaje a Balsicas ¿no te parece? Me sentí tan feliz como yo deseaba serlo ¿Qué tal tu viaje? ¿y luego en tu casa? Ya me lo contarás todo amor mío.

-guro que habrás avisado a doña Flora. Sal a esperarme y ten decidido todo lo que tenemos que hacer. Ya verás que domingo más lindo. Para ti mi amor maravilloso. Mis caricias suaves y dulces, mi ternura desbordante y un beso genial y muy urgente. Siempre tuyo y para siempre.
Quin

Esta carta que sigue me la escribió desde Los Molinos el sábado de esa misma semana. La escribió por la noche, desde la pensión de doña Flora dónde se alojaba las noches de sábado a domingo (cuando estaba en San Javier) y que estaba muy cerquita de mi casa. Allí se hospedaban todos los novios de mis amigas. La carta me la dió el domingo por la noche antes de coger el tren. Esto lo solía hacer muy a menudo, pero a estas cartas no solía ponerles ni día ni mes ni año, aunque yo estoy segura de que la escribió el 28 de septiembre de 1958 (y además las dos cartas estaban guardadas juntas).

Amor de mis entrañas: ¡si pudiera dejarte entre las manos mi propio corazón! Él sí sabría hablarte de todo cuanto yo quiero que sepas y recuerdes durante nuestra ausencia, de todas las cosas que él guarda y del que es tu guardián. Quisiera dejar mi propia vida junto a ti. Algo que constantemente te hablara de mi amor para que él te sirviera de consuelo, te recordara hasta que punto soy tuyo. Cómo eres dueña y señora de mi vida. Cuanto te quiero amor mío. Soy infinitamente tuyo, amor puro y vivo, llama de cariño. Te deseo, te amo, me vuelves loco, soy tuyo. ¿Qué más puedo decirte? Todo lo sabes tu pues todo lo vivimos juntos. Es maravilloso quererte tanto.

Ámame mucho y no te importe lo demás. Lo único importante

pero cuanto más nos cueste más maravillosa será nuestra soledad, nuestra felicidad.

Ámame mucho. Hasta pronto amor mío. Un beso genial de tu

Quin.

Dónde estas corazón?
Yo le quería más que a mi vida,
el era mi cariño, era mi dicha,
mi único goce era su amor.
Una mañana de cálido verano,
entre mis brazos se me murió;
y desde entonces voy por el mundo
con el recuerdo de aquel amor.

Dónde estás corazón,
no oigo tu palpitar,
es tan grande el dolor
que no ceso de llorar.
Le quería yo tanto
y se fue para no retornar.

Yo le quería con toda el alma
como se quiere sólo una vez,
pero el destino cruel y sangriento
quiso dejarme sin su querer.
Sólo la muerte arrancar podía
aquel idilio de tierno amor;
y una mañana de cálido verano
entre mis brazos se me murió.

Dónde estás corazón,
no oigo tu palpitar,
es tan grande el dolor
que no ceso de llorar.
Le quería yo tanto
y se fue para no retornar más.

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Hace días que mi hijo Joaquín puso en su blog esta divertida película de una visita al zoo de Madrid el verano de 1971. Forma parte de las películas de Super8 que Joaquín junto con Peter están digitalizando.

Me gustan en particular esos segundos al principio de la película en que sale la madre de mi marido, Carmen, haciendo mimos a mi hija Cristina. Carmen perdió a su única hija cuando esta era pequeña en un trágico accidente. Siempre existió una conexión y un cariño muy especial entre Cristina y su abuela, más que con ninguna otra nieta.

Os pongo el enlace para que lo podáis ver directo. Y aquí va también un enlace al blog de mi hijo Joaquín.

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