A finales de Marzo de 1972 una familia llegó a Cabo de Palos de visita. Estaban hospedados en la cercana Cartagena, en la Residencia Mediterráneo disfrutando de la semana Santa.
Seguramente entraron con el coche, un Seat 1500 blanco con matrícula de Jaén, no habría muchos coches y aparcarían al final del callejón, probablemente vacio en esas fechas del año.
Eran cinco personas, el padre, la madre, dos niños de unos 9 y 11 años y una niña de no más de 5 años.
Él cogió sus cámaras, una reflex “Topcon” de paso universal y una “Hasselblad” de formato 6×6 y se puso a hacer fotos del puerto. Le llamó especialmente la antención las barcas de la sal varadas en el puerto. Los niños juguetean por la pasarela. La poca gente que hay en el paseo de Barra los mira quizás con sorpresa, quizás con indiferencia.
Entonces él se puso a hacer fotografías.
En un mundo, como el actual en que TODO el mundo hace fotografías, hay que explicar que en aquella época no era tan normal.
Camina lentamente. Su mujer y sus hijos le ayudan a llevar todo su equipo.
Hace muchas fotos. Algunas le gustan tanto que las pone en un album con los datos técnicos.
Después de esa “aventura” los cinco aventureros se refugian en un restaurante. Siempre van al mismo. Se llama “La Tana”. Siempre comen lo mismo: un Caldero. Probablemente Diego estaba en la cocina, y como siempre atento los vió llegar desde la puerta trasera, junto a la pescadería…
Ese fotógrafo es mi marido, mi querido Joaquín de Prada González, y esa familia era la mía.
Cuarentaiún años despues…
Uno de esos niños entra de nuevo con el coche en callejón. Como tantas veces, aunque ahora esta prohibido aparcar el callejón está lleno. Lleva un abultado paquete alargado, como un poster.
Después de encontrarse con un amigo, y volver a comer un caldero habla con Dionisio y Sebastián. Juntos abren el paquete. Son nuestros amigos de la Tana.
Son las antiguas fotografías, de aquel fotógrafo, están “reveladas” digitalmente como “giclée” por Còpia en Barcelona, son las antiguas fotos de mi querido Joaquín, las he visto y son preciosas y sorprenden a todos por su belleza y calidad. En la foto están con Joaquín además de Dionisio y Sebastián nuestro buen amigo Javier Cegarra, una eminencia en temas de la Manga.
Las fotografías en color son cortesía de Javier Cegarra y Sebastián Damunt.
Yo, que desgraciadamente no puedo ir a La Tana a tomar un calderico como a mi me gustaría, quiero darles las gracias y un beso muy fuerte tanto a Dionisio como a Sebastián, y por supuesto a Diego, y también a Pitu. Quiero darles las gracias por invitar a mi hijo a comer, pero sobretodo por apreciar aquellas fotos que hizo Joaquín aquel día CUANDO YO ERA MUY FELIZ.
Quiero agradecer a Javier su amabilidad.
Y también a Sebastián y Dionisio. También en general a La Tana.
Buenas noches Loli
Fantástico post, la forma de relatar que tienes me encanta, conforme voy leyendo parece que voy viviendo el momento… es difícil de explicar. Las gracias os las tengo que dar yo, primeramente a Sebastián por ponerme en contacto con vosotros y segundo a toda tu familia, en especial a ti y a Joaquín que me dais la posibilidad de poder seguir conociendo La Manga conforme la vivisteis en la época que tanto me fascina, gracias a la gran afición de tu marido por la fotografía y el vídeo, a tu permiso para poder ver las fotografías y a Joaquín por la gran labor de mostrármelas. Desconozco los motivos, pero me encantaría que hicieses una excursión con Joaquín este verano para tomar un caldero, yo sin dudarlo os acompañaría hasta donde me dejaseis.
Seguimos en contacto.
Un abrazo.
Buenas tardes Loli
Ayer escribí aquí y no sé por que no se ha publicado… No pasa nada volvemos a hacerlo con mucho gusto. Comentaba que las gracias os las tengo que dar yo a vosotros, en especial a tu marido por esa gran afición por la fotografía, a ti por darme la posibilidad de ver dichas imágenes y a Joaquín por su gran labor de digitalización y clasificación, a la vez que mostrarme las fotografías.
Me encanta el post que has escrito, parecía estar viviendo el momento conforme una leyendo ¡muy bueno! Desconozco los motivos, pero quería animarte a hacer una excursión con Joaquín a comer un caldero y yo encantado os acompañaré a donde haga falta, además que me gustaría enseñarte mi colección de fotos, creo que te puede gustar.
Un abrazo
Javier Cegarra López
Al final ha salido dos veces… Jaja