Volver al jardín de Adelina
Escrito por: Loli de Prada en Buenos tiempos, El principio de la historia, La realidad de las cosasAdelina y Antonio Muñoz eran dos personas extraordinarias Joaquín y yo las queríamos muchísimo.
Antonio era el alcalde de Denia. Adelina era dentista. No tenían hijos. Cuando era Joaquín pequeño y vivían en Denia (porque el padre de Joaquín fue notario de Denia durante la guerra), Antonio y Adelina lo “adoptaron” lo llamaban “Joaquín de las calzas largas”.
Yo entré en ese mundo años después. Los conocí poco antes de casarme, y fueron para mi una influencia muy positiva.
Adelina fue una persona que impacto mi vida. Me enseño tantas cosas, que fue también como una segunda madre para mi. Vivía en un chalet por las rotas en Denia. Tenía un jardín con piscina precioso.
Los Prada vivían en las Rotas, una zona muy bonita de Denia enfrente del mar. Los chalets se llaman “rotas”.
Yo pase mi luna de miel en las Rotas, en una casa que nos dejaron que se llamaba Mariney.
Allí Joaquín había conocido, de niño, a personas como Antonio Ventura, con el que mantuvo una relación toda la vida.
Joaquín había mantenido contacto con Antonio y Adelina, y cuando, años después, faltó Antonio él no dejó de ir a su entierro.
Recuerdo que estando Antonio ya muy malito fui con mi hijo Joaquín a Riu Rau, la casa de Adelina.
¡Cuantos recuerdos! ¡yo quiero volver!
Es una historia preciosa.¡ La amistad es un sentimiento tan hermoso ! Comprendo que el recuerdo de ese jardín y su dueña tengan un sitio especial en tus recuerdos.