Madrid 12 diciembre 1958

Mi queridísima Lolichi: Estoy en Madrid, ansioso de verte, queriéndote locamente, y echándote de menos a mi lado pues tienes junto a mí un hueco, hay siempre un hueco a mi lado para ti y cuando miro un escaparate de los que a ti te gustan me creo siempre que tus ojos se fijan con los míos en las cosas. He estado en Galerías y he pasado por delante del Corte Inglés. Pronto tenemos que venir juntos a ver todas estas cosas pues yo tengo un dolor de tu ausencia. Madrid está llena de ti. Por donde yo paso encuentro un recuerdo de ti. ¡Cuánto te amo! Me traen toda la mañana de un lado para otro y ahora por fin encuentro un momento de unirme a ti con unas letras, aunque pocas, para que sepas que ni un momento he dejado de pensar en ti, que te estoy queriendo muchísimo y deseo tener noticias tuyas para que yo sepa cómo te

vendremos a él juntos y yo te hablaré de mi tristeza y soledad. Loli mía ¡cuánta felicidad nos espera! Loli, te quiero muchísimo y pienso en ti. Me pregunto a mí mismo que harás en estos momentos. Cómo me querrás. Quisiera verte, aunque sólo fuera verte un instante. Loli te voy a querer muchísimo, como no puedes imaginarte. En Galerías he visto cosas para arreglar la casa en Navidad y me he acordado de ti. Bueno, siempre me acuerdo de ti, pero en ese momento recordé lo que te gustará a ti arreglar nuestra casa en Navidad. Ponerla muy íntima y hogareña. Haremos un viaje a Madrid y lo compraremos todo y en una tarde arreglaremos la casa juntos. Loli, aún no te he dicho que estoy muertecico de sueño y cansancio. Me he levantado a las 6 y hasta cerca de las once no hemos llegado aquí. Ahora vamos a comer. A las 4 salimos mi madre y yo a Salamanca. Llegamos allí a las 9. Ya te contaré todo con todo detalle como a ti te gusta. Acabo de escribirte en la Cafetería de la Estación de Atocha. Vamos a comer aquí. Y en la Estación del Norte a coger el tren para Salamanca. Estoy triste, Loli, y quiero tener ánimos para empezar la vida lejos de ti.

Dios nos dará ánimos. Querida virgen, te amo tanto como nunca te he querido. Quiéreme tú, ama a tu compañero. Perdona que no te escriba más, pero como no estoy solo no puedo disponer de mi tiempo.

Para ti mi amor tierno y caliente, miles de estrellas, mi dulzura y mimo. Y un abrazo encajadico lleno de amor. Muy tuyo y para siempre       Quim

Tu eres para mi

destino de mi amor,

y siempre fiel a ti

mi corazón latió.

Destino que nació

De un sueño sin igual,

destino que marco

Un rumbo sin final.

Fuiste feliz resplandor de fe

queriéndome,

por que en tu ojos vislumbré tal vez

el amor que yo soñé.

Tu eres para mi

destino de mi amor

y siempre fiel a ti

mi corazón latió.

Joaquín de Prada González ha inspirado a Loli de Prada para hacerle este poema.

Deja una Respuesta