Joaquín de Prada González: el hombre que me amó.
Escrito por: Loli de Prada en Buenísimos tiempos, Buenos tiempos, El libro de Joaquín y Loli, El principio de la historia, La realidad de las cosas, Orient Express, Pensando en ti, Recordando a Joaquín de Prada González, Requetebuenísimos tiemposSiempre estoy hablando de Joaquín, de lo mucho que lo quería y que lo quiero. Y es verdad: lo sigo queriendo con locura hoy que hace 26 años que nos dejó
Pero hoy quiero hablar de lo mucho que me quería, desde que nos conocimos… de como le saqué de ese mundo revenido y amarillento lleno de monjitas y curas, de crucifijos y misales, de rosarios y Rosarios… De la maravillosa vida en technicolor que vivimos juntos con nuestros hijos, hasta que él falto.
Recordando a Joaquín hoy, 26 años depués, le he pedido a mis hijos que me busquen fotos nuevas de él, pero sobretodo fotos en color…
Y precisamente hoy, 12 de Junio de 2017, veintiséis años después, veintidós mil ciento cinco días, sesenta años seis meses y un día después de que me lo escribieras quiero decirte una cosa y responder a lo que me dijiste el día 5 de diciembre de 1956:
Joaquín, jamás me olvidaré de tu cariñó, ni de tu existencia, jamás. Me acuerdo de ti cada día, cada momento desde ese fatídico 12 de junio de 1991, he pensado en ti todos y cada uno de los nueve mil cuatrocientos noventa y ocho días que han pasado. Y quiero decirte, recordarte que te quiero, que te quiero mucho, que te quiero con todas mis fuerzas y que nunca nunca me olvidaré de ti.
Jueves día 6 (Estoy en la luna, hoy es miércoles día 5)
Pienso que en cómo debía quererte si esta fuera la última noche de mi vida. Debía quererte mucho, muy intensamente pues será la última oportunidad que tenía de hacerlo. En esa situación debía de quererte todo, absolutamente todo lo que pudiera, hasta el máximo. Debía dejar recuerdo en tu vida de mi existencia y de mi cariño, de forma que fuera difícil que me olvidaras. Yo creo que así te quiero esta noche. Con la misma intensidad, con igual fuerza, como si fuera la última vez. Y lo maravilloso es que no es el fin sino el principio y que mañana podré quererte más que hoy. Pero hoy te quiero mucho, todo. Te quiero todo.
Y dicho esto te quiero dar un beso y decirte: Joaquín yo también “te quiero todo”.